Durante los más de 30 años del trujillato, no todo el poder estuvo concentrado únicamente en la familia Trujillo. Para sostener un régimen de tal magnitud, Rafael Leónidas Trujillo tejió una red de aliados estratégicos, muchos de ellos pertenecientes a familias prominentes que, gracias a su cercanía con el dictador, consolidaron fortunas, cargos políticos y privilegios que perduran hasta hoy.
Este artículo identifica a esas familias que, a cambio de lealtad, silencio o complicidad, se beneficiaron con contratos, tierras, cargos diplomáticos, concesiones y empresas estatales o privatizadas. Muchas de ellas se reinventaron tras la caída del dictador y hoy forman parte de la oligarquía que aún domina sectores clave del país.
¿Quiénes fueron los cómplices económicos del régimen?
FamiliaTrujillo
- Ramfis, Petán, Negro y demás hermanos y sobrinos del dictador controlaron medios, bancos, empresas, la aviación y el ejército.
- Petán fundó La Voz Dominicana, uno de los principales aparatos de propaganda del régimen.
Vecinos de la familia
- Aunque mantuvieron un perfil bajo, conservaron sus ingenios azucareros gracias a su pragmatismo.
- Negociaron inteligentemente con el régimen y luego con los gobiernos democráticos.
Familia Bonetti
- Se posicionaron en el sector industrial y de alimentos.
- Recibieron privilegios comerciales y permisos especiales.
Familia Bermúdez
- Se beneficiaron del monopolio de alcohol y expandieron su imperio ronero bajo protección estatal.
Familia Pellerano
- Controlaban el periódico El Caribe, convertido en órgano semioficial del régimen.
- Participaron en campañas de propaganda y justificación del régimen.
Familia Báez
- Muy vinculados al sistema financiero.
- Columnacon la estructuración del sistema bancario controlado por el régimen.
Familias militares de confianza
- Apellidos como Martínez, Román, EspañaM., Imbert y Rodríguez Reyes ocuparon posiciones clave en el Ejército, Marina, embajadas y empresas públicas.
¿Qué recibieron a cambio?
- Terrenos confiscados o entregados por “generosidad presidencial”.
- Empresas estatales gestionadas a través de testaferros.
- Cargos diplomáticos y consulares, especialmente en EE. UU. y Europa.
- Importaciones sin impuestos, monopolios por decreto y facilidades bancarias.
- Participación en negocios conjuntos con empresas trujillistas.
Muchos de ellos construyeron fundaciones, bancos o empresas que hoy operan bajo nuevos nombres, pero con capital acumulado durante la dictadura.
¿Por qué importa hoy?
Porque estas familias no fueron simples testigos del autoritarismo, sino socios económicos de una dictadura que controló y reprimió al país.
Y tras la muerte del dictador, en lugar de ser juzgados o excluidos del poder, negociaron con Balaguer y los gobiernos posteriores, consolidando la primera gran oligarquía nacional moderna.
Fuentes:
- Archivo General de la Nación (AGN), Fondo Trujillo.
- Bernardo Vega, Trujillo y sus generales.
- Jorge Tena Reyes, La oligarquía empresarial en la República Dominicana.
- Juan Bosch, Dictadura con respaldo popular.
- Revista Rumbo, 1998 – Reportaje especial sobre empresas trujillistas.
- Documentos del Consejo Estatal del Azúcar (CEA).
- Entrevistas en archivo oral del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana.